El 39.2% de la población guatemalteca (7.28 millones de personas) que permanece desconectada no es un obstáculo, sino el próximo gran mercado sin explotar. Esto no es un ejercicio de responsabilidad social corporativa; es una estrategia de creación de mercado. La empresa que logre conectar a este segmento de manera rentable no solo ganará clientes, sino que será dueña de la próxima ola de crecimiento digital en Guatemala.
Para diseñar soluciones efectivas, es esencial conocer el perfil de este cliente potencial:
• Ubicación: Predominantemente rural. Un 46.2% de la población total de Guatemala vive en estas áreas, donde el acceso a infraestructura digital es a menudo limitado o inexistente.
• Edad: Destacan dos grupos clave: las personas mayores de 55 años, con menor exposición histórica a la tecnología, y la población muy joven (entre 0 y 12 años), que representa el futuro del consumo digital.
• Condiciones Socioeconómicas: Este segmento está compuesto en gran parte por grupos con menores ingresos, para quienes el costo de los planes de datos y los dispositivos inteligentes representa la principal barrera de entrada.
Cerrar esta brecha es una oportunidad de negocio directa. Los emprendedores pueden liderar con modelos disruptivos:
1. Innovación en Infraestructura: Crear servicios de conexión asequibles, como planes de internet de bajo costo diseñados específicamente para zonas rurales o modelos de conectividad comunitaria.
2. Dispositivos Accesibles: Desarrollar canales de comercialización para dispositivos de bajo costo (smartphones, tablets) adaptados a las necesidades y presupuestos de usuarios primerizos, facilitando su primer contacto con el ecosistema digital.
3. Formación en Habilidades Digitales: Crear programas educativos privados y rentables para enseñar competencias digitales básicas, lo que no solo empodera a las comunidades, sino que crea activamente una futura base de clientes para servicios digitales.
4. Contenido Localizado: Desarrollar contenidos y servicios que atiendan las necesidades culturales y lingüísticas locales (educación, información, entretenimiento), haciendo que la experiencia en línea sea relevante y valiosa desde el primer día.
La clave para alcanzar tanto al mercado conectado como al emergente reside en la herramienta que la mayoría de los guatemaltecos ya posee: el teléfono móvil.