Don Alberto era el dueño del hotel El Porvenir y decidió enviar a su hijo Roberto a estudiar al extranjero, para que en el futuro le ayudara con la administración de su hotel.
Mientras tanto, para sacar adelante el hotel, Don Alberto principio a hacer una serie de actividades, como tarifa especial para los clientes frecuentes y vendedores viajeros.
De lunes a viernes puso música en vivo en el restaurante para amenizar las reuniones y abrió un salón para reuniones.
Además del menú normal, puso un almuerzo ejecutivo.
De lunes a viernes de 6:00 a 8:00 PM había happy hour con dos bebidas por el precio de una. Los viernes había Karaoke y los sábados tenía música en vivo.
El fin de semana tenía una rebaja especial del 40% del precio en sus habitaciones para que los locales pudieran hospedarse en su hotel.
Los domingos puso Brunch familiar con marimba en vivo para la hora del almuerzo, abrió la piscina y puso payasos para distraer a los niños. Así, su hotel camino bien durante varios años, hasta que su hijo regresó de estudiar en el extranjero.
Cuando su hijo regreso y vio lo que él hacia en el hotel, le dijo: Pero Papa como sigues haciendo tanta actividad, ¿no has oído de la crisis?, Don Alberto asustado le comento que no, se había dedicado a trabajar y por eso no estaba al tanto.
El hijo le explico que había crisis en todos lados, que no había dinero, clientes, las ventas habían bajado y nadie gastaba.
Don Alberto pensó que su hijo había estudiado, tenia mucho conocimiento y sabia más que el, así que dejo de hacer promociones, quito la música en vivo y dejo de hacer actividades y como era de esperarse, la afluencia de gente bajo y las ventas cayeron.
Después de un tiempo le dice Don Alberto a su hijo, que razón tenias con eso de la crisis, era cierto, ya ves que los clientes ya no vienen y las ventas cada vez están peores.
Que bien hice en mandarte a estudiar al extranjero…
Jorge Rubio Pinto
RUBIO Consultores