Según el informe “Proyecciones Poblaciones de las Naciones Unidas”, dirigido por John R. Wilmoth, sobre el crecimiento de la población mundial en este siglo, esta irá en aumento a menos que haya una disminución sin precedentes de la fecundidad. Wilmoth aseguró que según los modelos del cambio demográfico derivados de la experiencia histórica, se calcula que la población mundial será de entre 9.500 y 13.300 millones de personas en 2100.
Además de publicar los resultados de la investigación, la ONU pone a la disposición una página con archivos de datos, mapas y la posibilidad de los usuarios de consultar los datos de manera interactiva. También pueden consultarse las fuentes que se utilizan para los datos de cada país. Al buscar los datos de Guatemala obtenemos lo siguiente:
También se dan datos poblacionales por sexo y rangos de edad. Llama la atención que pese al aumento de población esperado para Guatemala la edad media muestra una clara tendencia al aumento lo que significa una variación de la pirámide poblacional hacia el envejecimiento. Ello concuerda con los datos presentados también en el informe de la tasa de fertilidad (número de niños por mujer): 6.2 en el período 1975-1980, 5.15 en 1990-1995, 3.03 en 2015-2020, 2.64 en 2025-2030, 2.19 en 2045-2050 y 1.83 en 2095-2100. Este escenario, unido al aumento positivo de la esperanza de vida de 63.6 en 1990 a 72.6 en 2015 y 85.4 en 2100, implica sin duda un cambio radical para la familia guatemalteca, que tendrá menos hijos pero más adultos mayores que cuidar. Ante estos datos muchos afirman que no son ciertos y niegan que en Guatemala el tamaño de la familia esté disminuyendo y por ello se empeñan en seguir con campañas que buscan disminuir la fertilidad, como si automáticamente eso fuera a sacar al país de la pobreza. Las fuentes utilizadas para los datos de Guatemala se presentan al final.*
Basta con observar la situación de las nuevas familias y se percibe la disminución en el número de hijos (claro, hay familias aun con un número elevado pero hoy en día son la excepción). Es importante reconocer que la tasa de fertilidad no esta directamente relacionada con el desarrollo si no se tienen las condiciones de salud y educación necesarias para tener un capital humano que genere riqueza para el país.
Por último, el informe presenta datos de mortalidad materna los cuales presentan una tendencia a la baja: 54.8 en 1990-1995, 18.7 en 2015-2020 y 4.1 en 2045-2100.
La pregunta sería, ¿qué hacer ante estos escenarios? Lo más importante,fortalecer la familia. Que no exista miedo a los hijos pues los niños, criados en un óptimo ambiente, son la esperanza de un mejor futuro. John R. Wilmoth indicó que, en los países donde las tasas de fertilidad todavía son altas, es necesario mejorar la salud materno-infantil, la educación y crear modelos de crecimiento económico sustentable. En los países que tienen más adultos mayores hay que pensar en los sistemas de ahorro, jubilación y salud que, en caso de no cuidarse, podrían provocar desajustes económicos graves cuando haya más jubilados que trabajadores activos. Por ultimo Wilmots añade en un correo electrónico: “Aunque las proyecciones globales no deben suscitar alarma, debemos reconocer que la concentración del crecimiento poblacional en los países más pobres entraña un conjunto diferente de desafíos, porque dificulta aún más la erradicación de la pobreza y la desigualdad, el combate al hambre y la desnutrición, y el acceso a la educación y los sistemas de salud”
Fuente: FADEP